Formas de evaluar la creatividad
Para evaluar la creatividad no existe ningún instrumento
válido; sin embargo se proponen algunos criterios e indicadores que algunos
autores tanto del ámbito de la creatividad como de la evaluación han venido
trabajando, considerando que se debe dejar una ventana abierta hacia el cambio,
la modificación e incorporación de otros criterios al respecto.
A continuación se presentan algunos criterios e indicadores
que se pueden utilizar para evaluar la creatividad:
Originalidad: es
la capacidad del individuo para generar ideas y productos cuya característica
es única, de gran interés y aportación comunitaria o social, la novedad,
manifestación inédita, singularidad e imaginación.
Iniciativa: es la
actitud humana para idear y emprender actividades, para dirigir acciones, es la
disposición personal para protagonizar, promover y desarrollar ideas en primer
término, liderazgo, anticipación, naturalismo, vanguardia e intuición.
Fluidez: es la capacidad para producir
ideas en cantidad y calidad de una manera permanente y espontánea, expresión,
variedad y agilidad de pensamiento funcional.
Divergencia: es
la capacidad del individuo para analizar lo opuesto, para visualizar lo
diferente, para contrariar el juicio, reflexión, pensamiento lateral y espíritu
crítico.
Flexibilidad: es la capacidad del
individuo para organizar los hechos dentro de diversas y amplias categorías,
argumentación, versatilidad y proyección.
Sensibilidad: es
la capacidad del individuo para percibir y expresar el mundo en sus múltiples
dimensiones, expresión, concentración, identificación y empatía.
Elaboración: es
la capacidad del individuo para formalizar las ideas, para planear, desarrollar
y ejecutar proyectos, fortaleza, orientación, perfeccionamiento, persistencia y
disciplina.
Desarrollo: es
una característica relevante de la creatividad y se puede notar por sus grandes
huellas en todo desarrollo creativo, la ansiedad producida por los deseos de
realización, el forzamiento acelerado y la transformación de la naturaleza.
Autoestima: es la
valoración de sí mismo, la confianza de la persona en un ser, basado en el
conocimiento real de sus posibilidades y potencialidades, fortalezas y
debilidades, confianza, fortaleza, estima y valoración de sí mismo.
Motivación: es la
relación que existe entre lo cognitivo y lo afectivo en función de solucionar
el problema profesional que el alumno debe resolver, modo de actuación profesional,
establecimiento de contradicciones entre lo conocido y lo desconocido.
Independencia: es
un rasgo de la personalidad necesario para el auto educación, es la capacidad
de comprender, formular y realizar las tareas, libertad para elegir vías para la
realización de proyectos, búsqueda, selección y procesamiento de la
información.
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